¡¡¡Qué
lástima!!! El partido del año para los que tenemos el sentimiento de amor y
cariño a nuestro ALBA. Y digo que lástima porque el equipo dio la cara y puso
todo el aliento en un partido extraordinario.
Un
jugador ovetense en el túnel de vestuarios vino a decirme, tras un apretón de
manos, que había sido una lástima que el bombo hubiera emparejado a dos equipos
con tanta solera y señorío. Me felicitó por el juego realizado por el equipo y
por la muestra que dieron las dos aficiones. Yo no pude por menos que desearles
el ascenso ya que se lo merecían por el juego mostrado y por el comportamiento deportivo tanto de los jugadores como de la
afición.
El
partido fue vibrante, hacía mucho tiempo que las gradas del Carlos Belmonte no rugían
como lo hicieron. Pero así es el deporte unas veces te da y otras te quita. No
obstante creo que nos lo merecimos, sinceramente, la mala suerte se cebara con
nosotros.
Cuando
Calle marcó el primer gol de cabeza, el Estadio se caía literalmente. Poco nos
duró la alegría ya que en una desafortunada jugada encajamos el gol ovetense.
Un jarro de agua fría recorrió las espaldas de todos los aficionados albaceteños.
SI SE
PUEDE. SI SE PUEDE, nos repetíamos machaconamente en nuestra cabeza, en el
intento de que alguna manera, esa resistencia nuestra se tradujera en el gol que
nos hiciera pasar esta eliminatoria.
El
silbido final del árbitro puso fin a todas nuestras ilusiones que se fueron
desvaneciendo. Nos frotábamos los ojos porque nos parecía mentira que tras la exhibición
del equipo, otra vez la maldita mala suerte nos viniera a visitar.
Hay una
cosa que no pasó inadvertida, al menos para mí, y es que el equipo
derrochó ganas y hasta buen juego, y eso
precisamente, ha hecho que todos aquellos que tenían dudas acerca del equipo,
se enganchen nuevamente a la ilusión de un equipo con garra e ilusionante.
El paso
de esta temporada ha dejado muchos claroscuros en el juego desarrollado.
Tenemos que felicitarnos ya que al final, el juego practicado por nuestro ALBA
enganchó a la afición y todos sentimos como reverdecían los laureles que en
otras ocasiones nos abandonaron.
Yo
quiero que esa comunión equipo- afición siga la temporada que viene y que nuevamente
el Carlos Belmonte ruja y se felicite con el juego y la actitud de nuestros
jugadores.
¡¡¡AUPA
ALBA!!!